Información recogida de UNIFEM, UNIC, y del libro de Sergio Sinay “La masculinidad tóxica” (datos de 2006):
En todo el mundo entre 113 y 200 millones de mujeres están demográficamente desaparecidas.
Entre 1,5 y 3 millones de ellas (adultas y niñas) pierden la vida cada año víctimas de la violencia o el abandono debido a su sexo.
En amplias regiones del planeta los alimentos y la asistencia médica se destinan en primer lugar a los varones (padres, maridos, hijos).
En la Argentina (cifras oficiales de la Provincia de Buenos Aires) el 70 % de las mujeres que mueren violentamente lo hacen a manos de hombres conocidos de ellas. Algo similar ocurre en Perú (datos de Pacific Institute for Women´s Health). En Uruguay (según el diario La República, de Montevideo), cada cinco días una mujer muere por violencia doméstica. En Chile (diario La Cuarta, de Santiago) el promedio es de 58 por año.
De acuerdo con datos de la ONG Iansa (Internacional Action Network on Small Arms), entidad que propone desarmar a las sociedades civiles, 33% de las mujeres que mueren en Francia son asesinadas a tiros por sus parejas, un porcentaje que crece al 66% en Estados Unidos. Mientras, en Sudáfrica, cada seis horas una mujer es asesinada a balazos por su pareja actual o anterior.
De acuerdo con cifras del Parlamento Europeo, en Guatemala 1200 mujeres mueren por año a manos de hombres y en México 350. En España (diario El País, de Madrid) llegaban a la veintena en sólo los tres primeros meses de 2006.
Un informe presentado en marzo de 2006 por Médicos sin Fronteras considera a la violación sexual como una verdadera plaga a escala mundial que, sólo en Estados Unidos, afecta a 700 mil mujeres por año pero que “no es cosa de latinos ni de salvajes, sino que está bien repartida a lo largo del mundo y de las clases sociales”.
Un informe del año 2003 elaborado por US Centers for Disease Control and Prevention (CDC) estima que los costos de la violencia a manos de compañeros íntimos solamente en los Estados Unidos superó los US$5,8 mil millones por año: US$4,1 mil millones corresponden a servicios de atención médica y sanitaria directa, mientras que las pérdidas en la productividad representan prácticamente US$1,8 mil millones.
La violencia contra las mujeres empobrece a las personas, las familias y las comunidades, reduciendo el desarrollo económico de cada nación.
En un estudio reciente del American Institute on Domestic Violence, el 60 por ciento de los dirigentes de empresas manifestaron que la violencia doméstica, la cual limita la participación de las mujeres en el lugar de trabajo, tiene efectos adversos en la productividad de las empresas. El estudio encontró que las víctimas de violencia doméstica pierden aproximadamente 8 millones de días de trabajo remunerado por año, es decir, el equivalente a 32.000 empleos de jornada completa.
A nivel mundial, una de cada cinco mujeres será víctima de violación o intento de violación en el transcurso de su vida.
La mitad de las mujeres que mueren por homicidio son asesinadas por su actual o ex pareja.
Para las mujeres entre 15 y 44 años, la violencia es la principal causa de muerte y discapacidad.
Más del 80% de las víctimas de tráfico de personas son mujeres.
Más de 130 millones de niñas y mujeres han sufrido mutilación genital.
En base a datos recogidos sobre 24.000 mujeres en 10 países, entre el 55% y el 95% de las mujeres que han sido físicamente abusadas por sus parejas jamás contactaron a ONGs, refugios o a la policía para pedir ayuda.
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Seguimos?...... Creo que no va a ser necesario más para darnos cuenta de que vivimos con una ceguera profunda y una desconexión alarmante, en una sociedad donde la “imagen” y la “comunicación” son lo primordial.
Ahora que estamos sumergidos en una profunda crisis, es un momento perfecto para ahondar un poco más y sacar a flote la mierda que no nos deja ver ni actuar, y ya que la hemos cagado todos …
Si hay algo que debemos salvar, no es a los bancos ni los sistemas financieros, es a nosotras mismas del depredador salvaje, interno y externo.
Gracias al lucrativo negocio de las armas mueren miles de mujeres y niños
ajenos a las luchas de miembros erectos y viriles peleando por ser el que la tiene más grande.
Gracias al lucrativo negocio de los laboratorios, nos hacen creer que estamos enfermas y necesitadas de medicamentos, mientras se apoderan, retirando del mercado, las hierbas y remedios naturales que hemos utilizado ancestralmente para sanar nuestros cuerpos y almas, y los de nuestras familias.
Gracias al lucrativo negocio de la religión, nos hemos visto relegadas a ser un ser etéreo e inmaculado al que sólo se le va a pedir y a llorar pero que no se le permite nada más que ser la madre del gran creador. Y si nos revelamos, siempre queda en nuestro inconsciente colectivo la quema de "brujas" por la bien reputada Inquisición.
Gracias al lucrativo negocio de la moda y la publicidad, nos venden una sarta de mentiras maquilladas y rebozadas de toxinas que sobre todo nos recuerdan lo imperfectas que somos y lo mucho que necesitamos de ellos para llegar a ser una perfecta muñeca hinchable al servicio del macho hambriento.
Seguimos?....
Las cifras y los estamentos que las proclaman tan sólo nos informan de la situación y nos ayudan a ver. Pero ver no es suficiente. Podríamos hechar también una mirada a otras situaciones en el mundo que son igual de estremecedoras, pero que al fin y al cabo forman parte de un mismo hacer. Siento que con esta profunda crisis de valores y de conciencia ha llegado el tiempo en que todas, sea cual sea nuestra situación, y en la manera que tenga que ser, nos demos la oportunidad de vivir en verdadera comunión con nuestra esencia y con la Tierra que nos acoge.
