Las Celestiales
Las diosas están encerradas en una mansión de ensueño
Frente al balcón que aguarda la Gran Visión
Vestidas para la ocasión, tu de cielo y yo de zanahoria
Siglos después nos retratarán en un libro de grandes dimensiones
Como beatíficas damas de galería
Allí donde posamos el culo, la tierra es nuestra
No hemos acordado parir, sino ingerir –al menos todavía
Niños ofrendados o robados –según se mire
Habría que preguntarle al gran chamán
Él cree que todos los vástagos le pertenecen,
pero pretende que custodiemos nosotras sus reservas
Recién bajamos de la montaña sagrada
Mácula en el altar de los eunucos
Tu menstruo inventando arte en mi espalda
Las plañideras han compuesto nuestras tormentas internas
Sus triunfos beben de nuestras venas
Que dulce el caldo de tu botella esteatopigia
Bullo de tal manera que podría iluminar Barcelona
Líquido afrodisíaco, es una pena que no hallamos invitado a los machos
O será mejor así, para atrevernos a parirlos
según nuestra vibración, a nuestra imagen y semejanza
Duermes y el escenario cambia, las rejas son enredaderas
El jaguar está de visita, ha convocado a toda la selva
La cura se agazapa en el mapa de su pelaje
Mi arrojo de mirada le mantiene palpitante
A través de mis pupilas se destila belleza
De mi útero emergen miles de semillas de luz que el integra
Respiración en feedback, sintonizando planos
Sólo me nutre el orgasmo de la era primitiva
Yo elijo a mis amantes y el amante está de vuelta
Montserrat Hormigos
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